Rayo de luz fundes su rostro con la almohada, intentándose levantar con el agobio de los días en la espalda, se dispone al espejo gélido y liso donde están revelados como la verdad de los días pasados. Salgo a la calle y me los encuentro de nuevo, seres que no piensan, no sienten, andan y ruedan en estos lugares. Donde podrás encontrarlo, donde podrás sentir eso que te hace tan humana. Por fin llegar a esa oficina, el cubículo, tu espacio, nada afuera la atacara mas que las hojas de las historias que escribe, que la inmergen en sus propios sueños. Otra tarde de las 2 PM, comida fría y rápida, bocas cerradas, momento de tranquilidad, dejo de pensar.
Ahora a donde te diriges en ese camino que estas tomando, o que vista, el mundo a tus pies, simplemente la superioridad te hace reflexionar que no es tan malo lo cotidiano si tienes estos momentos de noche.
Regresa y duerme que esto se acabara cuando recuestes tu cabeza y empieces a soñar.
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