Caminando en la avenidas Zigzageantes
me lo tope, serca de la torre punteaguda y plana
y sin ninguna ventana
ahi estaba pidiendo limosna.
Aquel cuyos brazos no tenian huesos,
ni dedos,
cuyo impetu rostro tiene cosidos los ojos,
con puntas de hierro entre los pomulos flacos y delgados.
Parecia tener hambre,
yq ue sus tripas se observaban moverse y estrujarse
atravez de su piel transparente y amarilla.
Era notorio que su cuerpo me era extraño
su cabeza mucho mas grande que sus piernas
y su torax mas pequeño que su lengua.
Pegandole al piso liso y agujereado,
con el pie que tenia mas largo,
rebotaba la taza con unas cuantas monedas
que tintineaban al compas de ese ritmo.
Art Al final del camino by morderos- oleo sobre lienso
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